Y en temas súper ñoños, gracias al Doktor Raulito, me encontré este paper: Changing Behavior and Renewing the Brain.
Y está buenísimo. Miren lo que dice (en una traducción medio charra):
- La investigación actual en el campo de la neurociencia y espiritualidad sugiere que la meditación refuerza la función neuronal del cerebro de manera que mejora la salud física y emocional.
- Las prácticas contemplativas de largo plazo refuerzan un circuito neurológico específico que genera paz, conciencia social y compasión por los demás.
- Algunos neurocientíficos afirman que las prácticas de formación espiritual mejoran la memoria y reducen el daño neurológico causado por la edad.
- La meditación y contemplación de Dios pueden cambiar estructuras del cerebro que controlan el estado anímico, aumentan la noción de autoconciencia y dan forma a la percepción sensorial del mundo.
Ahí nomás, queridísimos no-creyentes. No somos solo mochos, religiosos, ignorantes con miedo a bla, bla, bla… (bueno, algunos sí 🤣).